La humedad provoca deterioro en las paredes de un hogar que se (des)habita, es el cansancio, el hastío, la tristeza inconclusa lo que ha deteriorado este cuerpo que María Lara nos describe a lo largo de sus páginas, un cuerpo que nos enseña a amar y luego a enterrarlo.
Se nos presenta como una cronista que relata la muerte lenta y abrupta de lo irreparable, moviéndose por un camino natural y onírico. Ha parido una nostalgia desde la destrucción de sus certezas.
La poesía de María Lara está escrita desde la sensibilidad de quien enseña a los otros a sentir por medio del lenguaje, la poesía como salvación, pero también como muerte, la dualidad que nos narra de ese miedo insostenible al paso del tiempo.
Este cuerpo está vacío, habitémoslo.
Esta tristeza es insaciable, alimentémosla.
Las ruinas están abiertas, entremos.
La poesía de María Lara es una invitación, un estímulo.
Ana Lucía Galicia
Ciudad de Guatemala
14 de marzo de 2021
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Letanía a la expoliación
Yo soy de la vida
ella no me pertenece.
Yo soy de la sed
ella no me pertenece.
Yo soy de la brisa
ella no me pertenece.
Yo soy de la sangre
ella no me pertenece.
Yo soy de la necesidad
ella no me pertenece.
Yo soy de la muerte
ella no me pertenece.
Yo soy de la eternidad
ella no me pertenece.
Con los dientes sujeto
mi territorio único:
la adhesión
la sombra
el accidente.
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María Lara - Naturaleza inacabada - Serie Periferia
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